20 de abril de 2011

Horas Oscuras...

Cuando necesite de luz, no encontre el espacio iluminado, en este frio cuarto. Para que explicar la soledad que inundaba mi cuerpo, cuado veia esa dama blanca en mi mano, teñida de petalos rojos intensos, que caian poco a poco al suelo, en donde se esparcian y de apoco desaparecian.
Vi primero la ventana, que daba hacia al callejon, con una luz azulada, y en frente mio, vi una sabana botada en el suelo, con rosas sobre puestas, y espinas por debajo. Espinas gigantes que querian romper el delgado tejido, pero el cuerpo inerte que estaba debajo de la sabana, no tenia signos de movimiento, por lo cual esas espinas traspasarian a quien tomara el cadaver.

Asi es como empece a sollozar, a moverme de atras hacia delante, con signos de nerviosismo, sin ganas de pararme, pero con muchas de seguir encongiendome, hasta aplastar mis organos contra las piernas. No sabia donde correr, cuando de pronto cambio el tono de luz de la ventana por un parpadeante rojo. Me senti atrapado e inofensivo al ataque de lobos hambrientos de carne humana. No quise sentir el dolor, por lo tanto mi dama blanca, me beso el pecho, y lo roceo de petalos de rosas rojas... Asi es como deberia ser ¿no?, ¿asi es como llega el fin?.

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